Pabellón de Música Tradicional Museo MELT
Toponimia
El origen y el significado de los nombres de algunas localidades y/o sectores de la gran Laguna Taguatagua, da cuenta de la influencia cultural y el fuerte vínculo con Mapuches, Incas y Españoles. Revisamos aquí algunos ejemplos:
Taguatagua: voz mapuche: Tahua, Trawa. Cuerpo, piel; además nombre de un ave negro (Fullica), polla de agua. (1)
Millahue: Voz mapuche. Lugar de oro. (1)
Yáquil: voy mapuche. El crucero. Además, arbusto ramáceo espinudo (Colletia ferox). (1)
Cuchipuy: Kutichipuy es el vocablo del Quechua que mayor relación tiene con esta localidad. Significa acto de devolver. Acción de llevar una cosa al lugar de procedencia. Devolver a una persona o cosa al lugar de procedencia. (2)
El Tambo: Tambo (quechua). Tampu: Posada de los caminos; antiguamente campamento del rey en viaje, construida según la costumbre de los incas, a orillas de los grandes caminos para los viajeros, especialmente las tropas, los mensajeros del inca y sus gobernadores (chasquis, curacas). Existían en todo el norte y centro de Chile. (2)
Idahue: Idan-hue: acuoso; lugar acuoso9o. Lugar de las piedras de afilar. (2)
Niche: Niechen: hospedar, alojar. Niechei: Embarazada, preñada. (2)
(1) Geografía del mito y la leyenda chilenos, Orestes Plath 1983.
(2) Historia de San Vicente de Tagua Tagua, Patricio Lobos Muñoz 2011.
Fundación de San Vicente
“… En nombre de Dios, Todopoderoso. Yo, Doña, Carmen Gallegos del Campo, por mi libre y espontánea voluntad, fundo en este valle, ríos y tierras de Tagua Tagua que me pertenecen, como pertenecieron desde tiempos inmemoriales a mis antepasados, y como dueña legítima de ellas, fundo, digo, el Pueblo de San Vicente de Tagua Tagua, cuyo nombre lleva en homenaje a San Vicente Ferrer, patrono de mi Villa y oratorio particular…”
Extracto de Acta de Fundación de San Vicente de Tagua Tagua, tomada de Historia de San Vicente de Tagua Tagua. Patricio Lobos Muñoz, 2011.
Los chivines, islas flotantes en la Laguna
«En dos meses, poco más o menos, que salí de Santiago he dicho, entre otras tres grandes excursiones: la primera a Tagua Tagua, grande y bella laguna, en la cual vi por primera vez aquel grande y singular espectáculo tan maravillosamente cantado por los bardos escoceses, y cuyas causas han desconocido los físicos durante mucho tiempo. Consiste en islas flotantes que cubren casi la mitad de la laguna, y que según la dirección de los vientos, la recorren de norte a sur, y de oriente a poniente. La visité con cuidado, y después de haberlas examinado y estudiado bien, no encontré en ellas más que grandes montones de despojos de vegetales, como Convulvulus, Potamogeton, Ranunculus, y sobre todo Typha, Arundo, y otras gramíneas entrelazadas de mil maneras, y sobre las cuales varan otras plantas flotantes…
… Sobre estas islas, llamadas Chivines por los habitantes, ponen todos esos pájaros tan notables por su número como por sus variedades: los ‘cisnes’, los ‘flamencos’, los ‘cheques’, las ‘garzas’, los ‘acedos’, las ‘áulicas’, los ‘ibis’ y una infinidad de otras especies nuevas, tanto para mí como para la ciencia, que pueblan estas islas móviles y hacen de este país una mansión de delicias y admiración… »
Historia Física y Política de Chile, Claudio Gay 1854.
Minas de oro en Tagua Tagua
«… Pasamos la noche en las minas de oro de Yáquil, explotadas por master Nixon… Durante el camino vemos el lago de Tagua-Tagua, célebre por sus islas flotantes descritas por Gay…
… la palidez de la mayor parte de los miembros me sorprende a tal punto, que me inquieto por su salud. La mina tiene 450 pies (135 metros) de profundidad y cada hombre trae a la superficie 200 libras (90 kg.) largas de piedra. Con esta carga a hombros, el minero debe trepar por entalladuras hechas en troncos de árboles dispuestos en zigzag en los pozos. Jóvenes de dieciocho a veinte años, desnudos hasta la cintura, ascienden con tan considerable carga… A pesar de tan duro trabajo se alimentan exclusivamente de habas (porotos) hervidas y pan… Ganan poco más o menos lo que en las minas de Jahuel: de 24 a 28 chelines por mes. No abandonan la mina sino una vez cada tres semanas y entonces pueden pasar dos días en su casa…
Por triste que sea la situación de los mineros, es una situación muy envidiable, porque la de los obreros agrícolas es aún mucho más dura. Los gajes de estos últimos son menos elevados y se alimentan casi exclusivamente de habas. Esta pobreza proviene principalmente del sistema feudal que preside el cultivo de las tierras… »
Viaje de un Naturalista alrededor del Mundo. Charles Darwin, 1834.
El León de Cuchipuy
“… Que`s los que pasa, Baucha, pa llegar como terremoto? ¡Se está quemando l’era o qué?
El lión, on Davia, acaban de ver uno así tamaño junto a la quebrada e’ los peumos. Ey lo topó un carbonero, es que el hombre entuavía viene corriendo de puro asustao…
“… Allá va el lión, en la loma pelá de enfrente. El felino cruzaba a grandes saltos un claro donde su pelaje bayo llegaba a confundirse con el amarillo de la tierra reseca. Casi enseguida viéronse las manchas multicolores de los perros. On Davia, que iba de los punteros, divisó al cruzar la Loma, al león que se defendía a zarpazos de la acometida de los perros… La formidable garra del puma había hecho su efecto, pues los otros perros solo atinaban a ladrar sin acercarse a su furioso enemigo…
¡Ahora! Susurró on Davia y simultáneamente los lazos se apretaron en el cuello y la pata de la fiera. Al tirón que dieron los hombres el león cayó pesadamente al suelo…
Los antiguos aún recuerdan cuando, en el gran corralón del fundo iban a ver al león, encerrado en una gran jaula de gruesa malla de alambre, ubicada bajo una de las mediaguas. Más tarde, el patrón resolvió regalarle el puma al cura párroco de San Vicente de Tagua Tagua para que cobrara entradas y así el pueblo pidiera verlo. Al lado de la sacristía, se instaló este curioso Zoológico parroquial…”
Extracto de Leyendas de Tagua Tagua, Salvador Correa Ovalle 1980.
El Rey Inca
Bernardino Santos Alegría (San Vicente)
“… El techo estaba lleno de diamantes, las paredes de oro y el piso alfombrado. En el umbral había dos indios parados, tan grandes que por poco tocaban el techo. El Rey Inca tenía una corona de piedras preciosas, muy fina y de distintos colores, una capa de paño colorado y chalanas de plata…”
Extracto de Leyendas de San Vicente de Tagua Tagua. Patricio Lobos Muñoz
Luis Serrano (La Laguna)
“… en el cerro la muralla, que queda ubicado aquí cerca, hace muchos años atrás vivía un rey inca en la parte más alta de sus lomas, donde tenía su fortaleza. Pocos pasos más abajo había una explanada donde se ubicaban los indios encarados del trabajo diario. Un día llegaron tres soldados mandados por el reino español, con la obligación de apresar al Inca, quitarle su corona y llevársela al rey de España, para verificar si esta pertenecía o no a la realiza. El único inconveniente era que este rey había nacido con una corona de carne; era como la de un Gallo…”
Extraco de Leyendas de San Vicente de Tagua Tagua. Patricio Lobos Muñoz.
La Bruja Micaela y el socavón
“… La negra era bruja de las que tratan con el malo, y el difunto patrón vino a pedirle que lo ayudara a desaguar la laguna . Mire, ¿ve aquel hoyo en la falda del cerro, poco parriba del ranchito ese? Güeno, esa es la mente Cueva de la Negra; al mediato de esta vivía la Micaela…
Pa hacer sus conjuros se metía en la cueva y ey encendía 3 velas de cebo; así que como una noche, mientras estaba en estos menesteres el malo, con su cola, revolvió los vientos y armó un temporal que más parecía acabo de mundo… En medio de esta confusión vino un ruido tan fuerte y tan largo que parecía como que se habían derrumbado todos los cerros de los contornos… Tres días con sus noches es que duró este espanto. Cuando se acabaron las tralcas y se vino a ver el sol, la gente puo salir, s’encontró con que el túnel de On Javier se había herrumbro, y que en su sitio taba el Socaón que hay agora y por el se desaguaba la Láuna arrastrando en su corriente cuanto Dios creó…”
Leyendas de Tagua Tagua, Salvador Correa Ovalle, 1980.-
El Mulato Taguada y Javier de la Rosa
Legendario es el contrapunto entre el Mulato Taguada y Javier de la Rosa. El primero, un cantor representante de la clase popular, el segundo, un cantor ilustrado, de clase acomodada, ambos los más hábiles improvisadores de su tiempo. Distintas versiones de esta historia, la sitúan cerca de 1790 en Curicó o alrededor de 1830 en San Vicente de Tagua Tagua.
La tradición, que resulta esquiva a la hora de fijar un año o un lugar, indica que el enfrentamiento poético habría ocurrido en la víspera de la fiesta de San Juan, durante unas 90 horas de improvisación poética, cada uno cantando al compas de su guitarrón, terminando con Javier de la Rosa como vencedor. Sin embargo, este no es el final de la historia, pues, sintiéndose humillado por la derrota, Taguada habría tomado la decisión de quitarse la vida ahorcándose con las cuerdas de su instrumento.
Antiguos Cultores
ROSA ARANEDA (1850a-1894) Una de las pocas mujeres poetas que publicó en el primero periodo de la Lira Popular, a fines del siglo XIX en Santiago. Prolífica creadora de versos en décimas, cuecas, tonadas, brindis y contrapuntos, también publicó sus composiciones en folletos titulados “Poesías Populares” y “El Cantor de los cantores”, dedicadas a describir la vida cotidiana de los obreros y barrios populares, así como historias de amor y episodios de la historia política.
LÁZARO SALGADO AGUIRRE (1902-1987) Hijo de un poeta popular (Liborio) y de una guitarronera (Magdalena) es reconocido como uno de los cantores y poetas más importantes del siglo XX en Chile. Vivió en Valparaíso y Santiago, lugares donde desplegó sus habilidades como músico, cantor y compositor, participando en encuentros de payadores, festivales, peñas y fondas junto a su esposa Ema Bello. Según varios testimonios, en las décadas de 1970 y 1980 cantaba en la Vega Central junto a Roberto Parra y en el Paseo Ahumada, lugar al que dedicó una de sus últimas composiciones.
SANTINA GUTIÉRREZ (- )Pencahue Central. Cantora, santiguadora, rezadora y recitadora, pertenece a una familia de mujeres que practicaban el oficio del canto, la guitarra y el arpa. Junto a su prima Viterba y a sus hijas, se dedicaba a cantar en fiestas familiares como bautizos, matrimonios, santos y cumpleaños. Su repertorio incluye cuecas, tonadas, logas, romances, adivinanzas entre otras formas poéticas y musicales, el cual preserva hasta el día de hoy su hija Teófila González.
VITERBA GUTIÉRREZ (-) Oriunda de Pencahue Central, doña Viterba también registra domicilio en Graneros y Rancagua. Pertenece a una familia de cantoras, oficio que le enseñó a su prima doña Santina y también a sus hijas.
Fue entrevistada y grabada por el Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile, entidad para la cual también realizó conciertos ilustrativos del canto campesino en Santiago, como el realizado en 1960 cuya temática central fue “La Tonada”.
TORIBIO PINO (-) Residente de la localidad de la Orilla de Pencahue, fue uno de los cultores entrevistados y grabados por el Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile en la década de 1950. Manuel Dannemann señala que fue uno de los más grandes poetas de San Vicente, y que si bien su repertorio incluía canto a lo divino y a lo humano, el área donde más se destacaba era en la prosa satírica.
MANUEL VARGAS (- ) Provenientes de la localidad de Rastrojos, fue reconocido por su conocimiento de versos a lo divino. Según el padre Miguel de Jordá, tenía un gran conocimiento de la doctrina cristiana y conservaba un manuscrito antiguo con las historias que utilizaba en su canto. En el libro “La biblia del Pueblo” se incluyen varias de sus composiciones dedicadas a la creación del mundo y otros episodios bíblicos.
Formas poéticas y musicales
Los romances, las coplas, las seguidillas y las décimas son formas de la poesía popular que se cultivan en toda América Latina y también en nuestra comuna. Todas tienen un secreto en su composición y éste ha sido transmitido de generación en generación por familias de cantores, cantoras, payadores y poetas populares.
ROMANCE
“Allá va el huaso Perquenco
en su caballo alazán
ocho soldados lo siguen
y no pueden alcanzar.
Tres muertes dicen que debe
Al golpe de su puñal
Uno era un viejo avariento
Con cara de necesitá
Lo oro un hermano traidor
Que lo vino a denunciar
También una mujer
Que lo quería engañar.
¡Corran, corran los soldados
corran, corran sin parar!
Yo sé que al guaso Perquenco
Ninguno lo va a alcanzar.
A media noche llegó
Cerca de la Rinconá
A la casa de un compadre
Allá fue a desensillar
-Que se levanten las niñas
que se levante mi ahijada
aquí está el huaso Perquenco
para oir una tonada”.
(Recopilado por Julio Vicuña Cifuentes, 1911)
CANTO A LO POETA
Para iniciarse en el canto
Hay que tener buen sentido
Escuchar a los más viejos
Cantar versos aprendidos.
El que quiera ser cantor
Me refiero a lo divino
Debe amar al uno y trino
Con fe, esperanza y valor
Honrar a nuestro señor
A la Virgen y a los santos
Procurar de estar al tanto
De los sacros documentos
Para tener argumentos
Para iniciarse en el canto.
Después de tomar conciencia
De los pasos anteriores
Hay que oir a los cantores
De conocida experiencia
Aprender de la sapiencia
Que en el tiempo han adquirido
Abriendo bien los oídos
El corazón y la mente
Además de ser prudente
Hay que tener buen sentido.
Variadas entonaciones
Debe aprender el novicio
De los que tienen oficio
Y siguen las tradiciones
Atendiendo sus razones
Sus críticas y consejos
Bien pudiera llegar lejos
Sin mayor dificultad
Es buen signo de humildad
Escuchar a los más viejos.
Cuando ya se le concede
En una rueda cantar
No es necesario tocar
De apunte también se puede
Para que el aprendiz quede
Con un inicio complacido
Tiene que hacer lo exigido
Que es seguir los fundamentos
Y en los primeros eventos
Cantar versos aprendidos.
Despedida:
Al final no hay que olvidar
Que esto no es exhibición
El canto es una oración
Y se dirige hacia el altar
También hay que recordar
En este largo camino
Que hay que honrar con mucho tino
Y con respeto a los maestros
Que atraen de los ancestros
Nuestro canto a lo divino.
(“El que quiera ser cantor” por Santiago Varas.)
CUECA
En el viejo San Vicente
Fue la famosa payada
Donde Javier de la Rosa
Ganó al Mulato Taguada.
La opinión le bajaron
Al gran maulino
Con la sabiduría
Del santiaguino.
Del santiaguino, sí
Por buena moza
Dicen que fue culpable
La Carmen Rosa.
Después de la payada
Murió Taguada.
(Fernando González Marabolí)
TONADA DE COLEO
Ay triste de mí que vivo
A la voluntad del tiempo
Sin merecer a quien amo
Qué dolor, qué sentimiento.
Qué dolor, qué sentimiento
Sufre aquel que pone empeño
De concebir sus amores
En prenda que tiene dueño
En prenda que tiene dueño
Toda mi afición gasté
Tuavía me está pesando
Del tiempo que no logré.
Del tiempo que no logré
La culpa la tuve yo
Pensé darle tiempo al tiempo
Y el tiempo se me acabó.
Para la noble compaña
Al pie de un álamo verde
Donde se lamenta el triste
Cuando la esperanza pierde.
La Lira Popular
LA LIRA POPULAR SIGLO XIX
En la ciudad de Santiago, entre 1860 y 1920 se publicaban hojas impresas con poesías, las cuales fueron conocidas con el nombre de “LIRA POPULAR”. Eran creadas por poetas, elaboradas en pequeñas imprentas artesanales y vendidas en mercados, plazas y estaciones de ferrocarriles.
En ellas se incluían décimas, brindis, cuecas, contrapuntos con las noticias de todo el país, se contaban mitos y leyendas, se relataba las fiestas y la vida cotidiana urbana y las reivindicaciones de los trabajadores.
LA LIRA EN EL SIGLO XX
En la década de 1950 se publicó la “Lira Popular” dentro de la edición sabatina de los periódicos “Democracia” y “El Siglo” en Santiago. Poetas de todo chile enviaban sus composiciones en décimas con noticias del momento o contrapuntos. Dentro de esta generación se puede distinguir a los sanvicentanos Lázaro Salgado y Luis Armando Paredes quienes participaron en el primer congreso de poetas populares en 1954.
LA LIRA EN EL SIGLO XXI
La Agrupación de Cultura Patrimonial Chabelita Fuentes en coordinación con la Agrupación Cultural Amigos de la Biblioteca editan mensualmente una hoja de versos titulada “Versos de la Laguna” en la cual se incluyen composiciones de los poetas locales de distintas generaciones. Las ilustraciones que acompañan los versos son de la mano de Trinidad Valenzuela, quien se ha inspirado en los grabados de la primera época de la lira popular del siglo XIX.
Tesoros Musicales
Arpa
Arpa chilena de fines del siglo XIX, donada por Adriana Varas y perteneciente a la familia Varas Yáñez. Construida en base a madera de álamo, sus clavijas eran metálicas y necesitaba una llave especial para moverlas (hoy perdida). Del mismo material eran sus cuerdas, pero debido al paso de los años, actualmente no resistiría su tensión. Fue encontrada dividida en tres partes, por lo que fue restaurada en el taller del luthier Eduardo Cornejo Miranda en Idahue.
Acordeón
Acordeón Hohner de 8 bajos, modelo Érica, de inicios de la década de 1950, perteneciente a Pedro Barrera Yáñez, de propiedad de la familia Barrera Mella, de Los Rastrojos. Es un acordeón de botones diatónico, afinado en Sol y Do mayor. Este instrumento fue muy popular en las fiestas de la década de 1940, 1950 y 1960.
Esta exhibición, es el resultado del trabajo colaborativo entre el equipo Patrimonio Tagua Tagua y Fundación AÑAÑUCA,patrocinados por la agrupación de Cultura Patrimonial Chabelita Fuentes, la agrupación Amigos de la Biblioteca y la Municipalidad de San Vicente de Tagua Tagua, y que contó con el financiamiento del Consejo de Monumentos Nacionales y del Fondart Regional O’Higgins en el marco del proyecto “Pabellón de música tradicional de San Vicente de Tagua Tagua”.
Ejecutan: Patrimonio Tagua Tagua y Fundación Añañuca
Patrocinan: Agrupación de Cultura Patrimonial Chabelita Fuentes y Agrupación de Amigos de la Biblioteca Financia: Fondart Regional, línea de Patrimonio Cultural Inmaterial, convocatoria 2017
Responsable: Diego Barrera
Investigación: Karen Donoso, Felipe Valdés, Gustavo Aliaga, Ignacio Celis.
Ilustraciones: Trinidad Valenzuela, Leándro Gándara, Karen Caroca, Ángel Rozas
Bordados: Pamela Valdés
Alfarería: Juan Barrera
Trenzado de Totora: Luz Cartes
Restauración y luthería: Eduardo Cornejo
Audiovisuales: Patrimonio Tagua Tagua, Rodrigo Serrano, Matías Álvarez, Rafael Alarcón
Museografía y Montaje: Gustavo Aliaga, Pabla Maturana.