Reseña de Nuestro Disco por la Asociación Argentina de Musicología

Por Angélica Adorni, Miembro del Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega, Buenos Aires, Argentina.
Publicado originalmente en el Boletín de la Asociación Argentina de Musicología, Año 28, Número 69, Otoño 2015, pág 15-17.

Este disco compacto surge como parte de un proyecto mayor titulado “Patrimonio inmaterial musical de San Vicente de Tagua Tagua. Tradición viva de cultores locales” financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Región del Libertador Bernardo O’Higgins, Gobierno de Chile. El CD presenta una colección de treinta y un ejemplos musicales recogidos en diversas localidades de la comuna de San Vicente de Tagua Tagua grabados entre mayo y octubre de 2014. Su concreción contó también con el apoyo y patrocinio de la DIBAM (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos), la Biblioteca Nacional de Chile, la Biblioteca Municipal de San Vicente de Tagua Tagua y la organización sin fines de lucro Agrupación de Cultura Patrimonial Chabelita Fuentes.

El proyecto tiene como objetivos la recopilación, el registro, el estudio, la puesta en valor y difusión del repertorio poético-musical de dicha comunidad y sus alrededores, contribuyendo así al conocimiento y conservación del patrimonio cultural inmaterial de esta región del centro de Chile, rica en tradiciones rurales vigentes a través de numerosos cultores locales del canto, la poesía popular, la lutería y la ejecución de instrumentos musicales como guitarra, guitarrón, arpa y acordeón, entre otros. El equipo de investigación estuvo conformado por profesionales provenientes de diversas disciplinas. Eugenio Bastías Cantuarias es gestor cultural, investigador y ha participado en proyectos de música popular y danza; Felipe Valdés González es ingeniero y experto en manejo de equipos de imagen y sonido; Carlos Araya González es gestor cultural, profesor y músico; Diego Barrera Bustamante es egresado en Derecho, gestor cultural y músico popular nacido en la región. Además de los registros sonoros (que exceden los presentados en el CD) el proyecto ha generado material audiovisual a partir de entrevistas y encuentros con los protagonistas; desde mediados de 2014 realiza un programa radial dedicado a la difusión del proyecto, los artistas locales y su repertorio.

La edición del disco posee un diseño cuidado e incluye un librillo de veinte páginas a color. En el mismo se realiza una presentación breve de los objetivos y alcances del proyecto, la metodología y los criterios de selección del material, así como una descripción de la comuna de San Vicente y de su relevancia como objeto de estudio. A continuación presenta, por medio de breves reseñas, los treinta y un tracks incluyendo datos de origen o autoría (en caso de estar disponible), intérpretes, lugar y fecha de grabación, y sus letras en caso de ser temas cantados.

Para la selección de los ejemplos que integrarían el fonograma se tomó como criterio general «su eventual condición de pieza tradicional, la especificidad y diversidad de géneros musicales, la posibilidad de dar cuenta de la riqueza organológica existente en la comuna, las cualidades vocales e instrumentales de los intérpretes y el valor agregado que significa el trabajo de autoría de los cultores locales». Asimismo, en su presentación los investigadores aclaran que como música folclórica considerarán la definición desarrollada por Manuel Dannemann, (conocido referente de la investigación del folclore en Chile) en la que se destaca, además de la antigüedad y el origen popular de la pieza, su «función cohesionante» y su «indole de patrimonio comunitario de pertenencia recíproca, que pueden manifestarse en múltiples y cambiantes formas, en una operación constante de selección y de re-creación».

El álbum comienza con una breve presentación de una de las cantoras situando la escucha, desde el primer momento, en el terreno de las grabaciones de campo. Los ejemplos seleccionados son de tipo y carácter diverso y el disco resulta ameno, tanto para un investigador especializado en el área como para un oyente aficionado. Mayoritariamente los temas no reconocen autoría (o es dudosa): los intérpretes en general aseguran haber aprendido las músicas por transmisión de otros cultores de mayor edad, se remiten a años de su infancia o a discos antiguos. En varios casos los intérpretes son los autores solo de la letra (que cantan sobre melodías populares) y solo en muy pocos se reconocen compositores también de la música. Los ejecutantes se presentan solos o en grupos pequeños (dúos, tríos), y en el caso de temas cantados, acompañándose con guitarra, guitarrón, acordeón o arpa. En cuanto a los géneros, predominan las cuecas y tonadas (cantadas o instrumentales) y las canciones. Además se presentan valses, versos recitados, una habanera, un correteado y un pasodoble. Las temáticas son diversas: descripciones pintorescas de la naturaleza o de las actividades en el ámbito rural, el trajín de los puertos, la vida en el pueblo, tópicos amorosos, picarescos o religiosos, homenajes a personalidades locales o composiciones para la tradición del velorio del angelito. La influencia española se manifiesta en varios ejemplos, en especial en el uso de las décimas, en el imaginario poético y en ciertos giros melódicos o cambios modales.

Para aquel público no familiarizado con las formas del folclore chileno, este disco bien podría ser una puerta de entrada. De la selección de ejemplos, el oyente puede extraer rasgos básicos que le permitan una primera aproximación. Por ejemplo, confirmar que lo que los intérpretes denominan como tonada o cueca en Chile poco tiene que ver con las formas que se conocen con esos mismos nombres, cultivados en la región cuyana de la Argentina. Las diferencias se observan sobre todo en las estructuras formales y poéticas (por un lado no siempre organizadas en cuartetas, y en algún raro caso presentando frases de seis compases). En algunos ejemplos del disco, la tonada y la cueca presentan acompañamientos rítmicos muy similares, y en general la tonada no presenta aquel tempo pausado o cadencioso que suele darse en nuestro país (más parecido en ello a una zamba que a una cueca). En cuanto a la ejecución instrumental, también las formas de acompañamiento difieren de las de nuestras, evidente en el caso de la guitarra. Sí podemos notar, como rasgo común en ambas regiones a un lado y otro de la cordillera, la ausencia de percusión. Para el oyente familiarizado con el repertorio folclórico chileno, este disco representa un valioso aporte al área y ofrece un rico material posible de ser estudiado y analizado en profundidad, tanto desde sus aspectos musicales y estructurales como etnográficos o antropológicos.

El registro sonoro se realizó con una grabadora portátil marca ZOOM, modelo H4N, por lo general en la casa de los cultores y coincidiendo con la filmación de los registros audiovisuales. Las tomas, tanto de interior como exterior, son de excelente calidad sonora.

Es importante destacar el grado de compromiso de los investigadores con la comunidad de San Vicente de Tagua Tagua, puesto de manifiesto en múltiples y constantes actividades, que superan la concreción del disco. El hecho de poner a la propia comunidad estudiada como destinataria primera del material es algo no tan frecuente en las investigaciones de campo, cuyos informantes no siempre reciben la devolución del producto del saber brindado. Sin duda, el eclecticismo del grupo realizador aporta una mirada abierta, brindando al oyente un material despojado de preconceptos teóricos o estéticos.

Afortunadamente, todo este material está disponible totalmente en formato digital y de manera gratuita en la página web del proyecto así como en la plataforma SoundCloud, donde se encuentra el disco completo más el audio de los programas radiales. A través de la página web se puede acceder también a material audiovisual de recitales y entrevistas; dispone de un blog con notas de interés que se actualiza periódicamente y un sitio para descarga del librillo del CD en formato PDF. Por otra parte, el disco ha ingresado recientemente al catálogo de la Biblioteca del Instituto Nacional de Musicología «Carlos Vega» (sito en México 564, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) donde se puede consultar el material.

Buenos Aires, 22 de abril de 2015.