Mi Llanto

Escrito por Don Rafael Meza Ramírez

Me miró sonriendo sin decirme nada,
apretó mi mano, suspiró, y se fue,
signé su frente; la besé en la boca,
me guardé la pena y a su lado oré.

Quise llorar y no fue llanto,
lo que lloró mi corazón herido,
fue solo un sollozo moribundo,
que se apagó sin haber nacido.

Me embargaba el dolor, pero sentía,
dentro del pecho la esperanza bella,
que el amor sigue vivo en la otra vida
mas allá quizás de las estrellas.

Es hermoso querer y ser querido,
y no es triste llorar, si se es llorado,
si con lágrimas de amor, de dicha o llanto,
el camino de la vida se ha regado.

La llama del amor es más intensa,
cuando ha sido alimentada con largueza,
nuestras almas hicieron tal hoguera,
que su fuego dura aún en las cenizas.

Ella fue el amor de mis amores,
que el recuerdo de los años a su lado,
no lo borre mi llanto con dolores,
como ser que se siente abandonado.

JESUS dijo que su Padre preparaba,
a cada ser una morada bella,
yo le pido a DIOS humildemente,
que la mía quede al lado de la de ella,

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