San Vicente de Antaño. El Valle de Tagua Tagua
Por Don Rafael Meza Ramírez
San Vicente de Tagua Tagua, es la comuna AGRICOLA más grande de la sexta Región. Las hay más grandes, y mucho más grandes en extensión, pero no son solo agrícolas y tienen mucho de secano, terrenos infértiles o no aptos para estos menesteres.-
Hasta el año 1841, existió en el valle una hermosa laguna de mas de tres mil cuadras de superficie, lo que la convertía en un verdadero lago.- Enclavada entre altos cerros, cubría gran parte del extenso valle en el sector sur poniente, estaba rodeada de inmensos bosques nativos, muy semejantes a los del sur del país y con semejantes características.- Esos cerros que rodean el valle estaban enteramente cubiertos de árboles, por lo que las precipitaciones pluviométricas eran de muchos milímetros, solo superada por los bosques sureños.- En ese año, terminó de desecarse la fabulosa laguna, que haberse dejado como tal, hoy sería la máxima atracción turística, otro de los grandes errores de la ambición del hombre, que no se imaginó semejante posibilidad.- Hicieron un simple canal entre dos cerros, y la misma agua, al deslizarse en rugiente torrente hacia el estero Zamorano, y de allí al río Cachapoal (río loco), formó lo que hoy conocemos como el Socavón, el que poco a mas de una cuadra del puente ‘La laguna’ hizo una enorme hoya de muchos metros de diámetro y de profundidad que se conoce como ‘La poza del encanto’ que ha dado origen a muchas leyendas.-
Al secarse la laguna de Tagua Tagua, esa enorme extensión de terrenos, fue dividida en tres haciendas, Millahue, San José de Pataguas e Idahue y varios fundos, Los Mayos, La Laguna, Santa Inés, Cuchupuy, El Inca, etc, etc.-
Entre los años 25 al 30, San Vicente era un poblado bastante atrasado, comparado por ejemplo con Rengo, que ya era una pequeña ciudad industrial, que en esos años tenía 23 fábricas, gracias a la planta eléctrica LAS NIEVES de la Cia, Gral, de Electricidad Industrial, que también la daba energía eléctrica a San Vicente por las líneas de alta tensión instaladas al costado de la vía ferroviaria.- Tenía Rengo, la fábrica de fósforos El Volcán, la fábrica de fuegos artificiales de don Pedro Estrada, única en Sud América en esos tiempos, varias curtiembres, tres enormes molinos, la fábrica de cascos para las monturas de los caballos del ejército, la fábrica de sacos de yute, etc, etc.- Rengo tenía una hermosa plaza, con la estatua de Caupolicán, escuelas públicas y Liceo, sus calles eran pavimentadas con piedras de huevillo y por la avenida Bisquert y calle Arturo Prat hasta la Isla, corría un carrito de trocha angosta.- Tenía agua potable, no tenía alcantarillado pero por el interior de las casas corría una acequia canalizada donde se montaban o descargaban los servicios higiénicos.- Gran cantidad de hermosas victorias de alquiler, que competían en su mejor presentación, hacían el trasporte de pasajeros y equipajes.-
Doy estos datos, para apreciar los pocos años que necesitó San Vicente, para quedar al día, para pasar de poblado a pueblo y de ahí, a una pequeña y próspera ciudad, como lo es hoy día.-En esos mismos años, nuestro San Vicente, era un pequeño poblado al que apenas 25 años antes había llegado el ferrocarril, sus salidas y llegadas eran todas por caminos de tierra, llenos de baches, que la Municipalidad se encargaba de tapar los hoyos, con carretadas de ripio; gastando en ello sus escuálidos ingresos.- Desde la ruta N° 5 o camino longitudinal se podía llegar a San Vicente por la entrada de Polonia si venía del sur, igual que ahora; del norte por Rengo, Panquehue y el camino de caracoles hasta Malloa, pasado el puente Las Truchas se tenía que atravesar las líneas del ferrocarril y bajar a la isla del Estero Zamorano, lo que no se podía hacer cuando el río venía crecido, se tomaba el camino de Santa Inés, hacia El Tambo, allí si el río lo permitía pasaba el vado y ya estaba en el mismo camino que venía del sur.- Si no quería mojarse, entraba a Malloa (greda blanca) llegaba a enfrentar Salsipuedes, llegar a Corcolén, cruzar la cuesta y ya estarías en San Vicente. Como ven toda una odisea.- Desde la costa la única entrada era por Larmahue, Lo Argentina, El Niche, y
Pencahue.- En general todos los caminos rurales provincianos eran de tierra, de lo que no era ajeno nuestro San Vicente, si hasta su avenida principal, Germán Riesco era de tierra y ripio.- Es por eso que los caballos debían mantenerse bien herrados, motivo también para que los pocos automóviles anduvieran prevenidos de herramientas para desmontar, parchar, inflar y volver a montar los neumáticos, además de un chofer que fuera capaz de hacer estos menesteres.- Porque los clavos sembraban los caminos de verdaderos ‘miguelitos’.-En la parte urbana San Vicente tenía fama de dar una calurosa bienvenida a las visitas. Los Domingos, en la Estación del ferrocarril, esperaba la llegaba del tren del medio día, gran cantidad de público, en un verdadero paseo dominical, amenizado por la música siempre festiva del Orfeón municipal, dirigido invariablemente por el maestro Luis Duran.-
Las calles de tierra con acequias a la orilla de las veredas pavimentadas en parte con baldosas, en otras con madacán o brea.- La plaza era cerrada con malla de alambre, con tornamesa en las esquinas y en la mitad de cuadra; supongo que para que no entraran los caballos a comerse el pasto, y solo pudieran pasar las personas. Tenía varios árboles grandes, uno de ellos era el jacarandá y el otro la araucaria, ambos se conservan, justo en el centro donde hoy está la pileta, había una enorme palmera que servía de poste de alumbrado, con cinco ganchos con ampolletas de 100 watt, esta palmera tenía una particularidad, por una mala aislamiento daba la corriente en su corteza al tocarla suavemente, pero al afirmarse no se sentía nada, en cambio le daba al que le tocara suavemente la mano al que estaba afirmado, por lo que los muchachos jugaban al dar la corriente a los que cruzaban la plaza.- El comercio mayorista lo tenían solo tres firmas, García Isla y Cia, que aún sigue, Pérez Hermanos y Cosme Damián Vásquez de Novoa, que se fue a Melipilla a reunirse con el hermano, que tenía dos barcos mercantes.- Había dos ‘boticas’; El Indio de don Juan Barros Roldán, en Riesco esq. Hospital, hoy Dr. Ezequiel González Cortéz y la de don Eugenio Pertier, famosa por el ‘trago’ para el resfrío que fabricaba, y del que tenía gran demanda. Estaba instalada en Riesco esq. de Tagua Tagua, justo donde hoy, año 2002, esta instalada otra farmacia, la Fusat, pero en edificio nuevo.-
El restauran de don Severo Palominos, en la calle de los perros, hoy Carlos Walker Martinez.- La Panadería Modelo de los hermanos Aguirre.- La imprenta de don Francisco Vargas que continúa con sus descendientes.- La zapatería La Reina, de don Joaquín Corrugedo, un estudioso escritor, autor de la novela ‘La Ruta del Emigrante’ y que escribía artículos muy interesantes en el periódico La Región.- La escuela pública de hombres ubicada en calle Carmen Gallegos esq. Arturo Prat frente al costado norte de la Iglesia Parroquial no tenía mas de 300 alumnos y la Escuela Parroquial ubicada en la otra esq. de Arturo Prat con no mas de la mitad.- La escuela pública de niñas estaba ubicada en Riesco 1160 cerca del reten de carabineros.-
A la calle G.Riesco que es la principal, la cruzaban pocas calles, en cambio varias salían de ella, la calle Bandera hoy General Velásquez, que era el camino al cementerio salía de Riesco.- También la calle del puente, hoy Diego Portales que entonces salía de Riesco hacia el Puente, terminado de construir en el año 1925 bajo la presidencia de don Carlos Ibáñez del Campo. Hoy esta calle es la entrada principal a nuestra ciudad entre los años 1935 1938, se demolió la casa que era de las señoritas Arratia y se prolongó la calle del puente hasta el camino hoy de la fruta, que se abrió gracias a la ley Correa, de Salvador Correa Larraín y nos comunicó directo con el camino longitudinal, esta calle pasó a llamarse Av. Diego Portales.- Otra calle que salía de Riesco era Carlos Walker, llegaba hasta Av. España hacia el norte. También Genaro Lisboa, nunca supe quien era ese señor, salía hacia el norte a unos potreros que con el tiempo fueron el terminal de buses y el mercado.-
Las calles Tagua Tagua, Carmen Gallegos de Robles, en homenaje a la fundadora de San Vicente Ferrer de Tagua Tagua, único pueblo en Chile fundado por una mujer, la calle Hospital, y Bernardo O’Higgins, eran las únicas que cruzaban la Av, G. Riesco.- La calle Arturo Prat desde calle hospital hasta C. Walker porque allí topaba en la casa escuela básica y de música de las señoritas Contreras.-
De la calle c. Walker frente al actual Juzgado existe hoy día la calle ‘El Bosque’ porque al fondo estaba el bosque de eucaliptus de la familia Sarría, esta calle era conocida como ‘El Chiflón del Diablo’